El vergonzoso berrinche de Guadalupe Taddei. presidenta del INE, en el segundo debate; se enojó y se fue

Guadalupe Taddei, presidenta del INE | Foto: Eyepix Group/Future Publishing via Getty Images
Guadalupe Taddei, presidenta del INE | Foto: Eyepix Group/Future Publishing via Getty Images

Un árbitro nunca debe ser el protagonista de cualquier encuentro. Pero en el caso de Guadalupe Taddei, presidenta del INE, y el segundo debate, esa regla no se cumplió. Los debates presidenciales y en general todos los que se realizan en el marco de las elecciones federales, estatales y municipales, son objeto de negociación y planeación en las que intervienen las autoridades electorales, pero son los representantes de los partidos los que proponen las condiciones en los que se desarrollará el evento.

En los debates presidenciales se cuidan los detalles y se prevén diversos escenarios, con meses de anticipación, para evitar inconvenientes para los candidatos y errores técnicos. Fue evidente que en el primer debate se cometió el error de los cronómetros que marcaban el tiempo de participación de los candidatos, lo que les generó inconvenientes en pleno debate.

Del error fue responsabilizada la empresa proveedora, pero también debió marcarse la falta de supervisión de los responsables del INE. No fue el único inconveniente. La candidata Xóchitl Gálvez dijo que la presidenta del INE, Guadalupe Taddei y tres integrantes más del Consejo General, la habían distraído con su presencia en el set.

Consejo General del INE junto a candidatas y candidatos previo al segundo debate presidencial. Después de esa foto la presidenta del INE se marchó | Foto: Animal Político
Consejo General del INE junto a candidatas y candidatos previo al segundo debate presidencial. Después de esa foto la presidenta del INE se marchó | Foto: Animal Político

En las negociaciones se acordó hasta el último detalle de organización del debate, salvo las cuatro sillas que, de último momento, introdujeron la presidenta del INE Guadalupe Taddei y tres acompañantes. Con eso violaron los acuerdos que deberían de haber honrado.

El segundo debate puso en evidencia que las candidaturas habían asimilado las experiencias técnicas y sustantivas del primer debate. Nuevo Formato, nuevo escenario, otros conductores. Pero algo tenía que fallar. Esta vez el error afectó el trabajo de los medios de comunicación que no pudieron acceder a la internet, lo que obstaculizo su trabajo. La falla no es menor, si consideramos que la máxima difusión del debate es parte importante del evento, cuyo objetivo es que todos en el país conozcan las propuestas y personalidad de los candidatos.

En ocasión del segundo debate la presidenta del INE, Guadalupe Taddei, puso en evidencia que ella no asimiló la experiencia del primer debate al insistir en tener presencia cercana, dentro del set en el que se llevó a cabo el debate. Para ello le construyeron una cabina para que pudiera estar dentro del foro durante el debate, acompañada por otras consejeras, sin ser vistas por Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez.

Todo iba bien hasta que el duende del protagonismo se presentó. Según reveló el sitio Animal Político, la presidenta Guadalupe Taddei ordenó, minutos antes de que iniciara el debate, que las sillas fueran sacadas de la cabina para verlo directamente. La consejera Carla Humphrey, de la Comisión de Debates, se opuso a que las sacaran. Los representantes de Xóchitl Gálvez y Álvarez Máynez, protestaron al enterarse de que, nuevamente, Taddei y otras consejeras estarían en sentadas a la vista de las candidatas y el candidato.

Cabina desde la que consejeras y consejeros del INE verían el segundo debate presidencial | Foto: Animal Político
Cabina desde la que consejeras y consejeros del INE verían el segundo debate presidencial | Foto: Animal Político

La discusión fue intensa. La orden fue revocada para evitar nuevas quejas de las candidatas y el candidato. La presidenta del INE se molestó y abandonó el foro, acompañada por otras consejeras. Decidió salir de los Estudios Churubusco. Mientras transcurría el segundo debate presidencial la arbitro del evento político más importante de México se ausentó.

Al día siguiente Guadalupe Taddei comentó que el debate había sido un éxito, reconoció que hubo desajustes con la señal de internet. No habló de su berrinche ni de su tendencia al protagonismo. Con su arranque dejó al descubierto su falta de prudencia y humildad. Ella no es la protagonista de la disputa por el poder. Es el instrumento para que todo transcurra según los acuerdos de los representantes de los partidos, los que realmente mandan en el INE.

Cabina terminada desde donde los consejeros del INE verían el segundo debeta presidencial | Foto: Animal Político
Cabina terminada desde donde los consejeros del INE verían el segundo debeta presidencial | Foto: Animal Político

La conducta de la presidenta Taddei debería ser de reflexión y sensatez. Está en la cúspide de un evento saturado de escenarios de tensión, que demandan la madurez emocional de quien preside la institución que construye la democracia mexicana.

Viene el tercer debate presidencial y en consecuencia la oportunidad para que la negociación y planeación, de cuya ejecución es responsable Taddei, como presidenta del INE, se ejecuten con perfección y poder afirmar que todo fue un éxito. Como administradora tiene la obligación de supervisar, con profesionalismo, a los proveedores.

En los debates presidenciales el mejor lugar para verlo es en la discreción de un sitio distante. La Torre Cultural de Tlatelolco tiene muchos. Pregunte y le informan. No es necesario imponer la autoridad para ordenar la violación de lo antes acordado. Se llama sentido común. No abunda.